Peazo rutón con el que nos ha deleitado hoy Felix.
Si amigos aunque nadie se lo crea, existen carreteras en Madrid donde no pasan los coches. Félix nos ha hecho participes de su conocimiento de la zona y nos ha mostrado carreteras por las que la práctica del ciclismo es una gran delicia. Olivares, encinares, repechos (como no podía ser de otra forma), tramos llanos donde dar rienda suelta a la potencia rodadora y un ambiente ciclista donde cada pocos kilómetros te cruzas con pelotones de clubes y te saludas o incluso ruedas con ellos durante un rato charlando y compartiendo el peso incómodo del aire de cara (Félix, casi me matas con eso de ¡solo a 36¡ y con el aire en contra
).
Gracias a Félix por una gran mañana de bici.