Miraflores de la Sierra, 17 de Agosto de 2.014
“Los Altos del Hontanar, la espectacularidad de la Alta Montaña”
Mientras voy camino de Miraflores, observo la encapotada sierra de Guadarrama, todavía envuelta en su blanco camisón, y pienso si no habria hecho bien, en echar el chubasquero, pero esta termina desperezándose y se quita su denso camisón, para lucir en todo su esplendor con los primeros rayos de Sol.
La mayoría al dirigirnos a ciclar a una zona en concreto, vamos intuyendo como podría ser el recorrido, pero en este, no habia genero de dudas, la sinuosa y aerea carretera del puerto de canencia, nos confirmaba que se trataba de un recorrido de Alta Montaña.
No fue difícil localizar el punto de encuentro, el area recreativa del puerto de Canencia, donde no dimos cita 7 madroños, dos de los cuales Diana y Lucho llegaron en bici, a este punto, subiéndose el puerto a modo de precalentamiento, otros hicimos el precalentamiento previo, tomando un chocolate con churros en una caseta de la feria, ya que Miraflores de la Sierra, estaba en plenas fiestas.
Iniciamos la ruta, guiados por el tenaz raulito, cogiendo una tranquila y agradable pista forestal arbolada, que a pesar del suave ascenso, era una delicia recorrer a primeras horas, y respirar la fragancia de sus robles y altivos pinos centenarios.
Casi Sin darnos cuenta, fuimos cogiendo una considerable altura, como demostraban las vistas hacia el valle, hasta que abandonamos esta agradable pista, para dirigirnos a acometer los altos del Hontanar, ascendiendo ya a campo abierto, por cortafuegos, y mas tarde por estrechos senderos que apenas se dibujaban entre el piornal, unica vegetación que proliferaba a duras penas, entre el pastizal, en unas cotas que rondaban los 1600 m. las vistas en este punto culminante eran espectaculares, en 360º y a vista de pájaro resultaban impresionantes, en estos parajes, ya, a nadie le quedaba duda de la increíble belleza de esta soberbia ruta.
Igual de espectacular y empinadas eran las bajadas, con alguna exigente trialera, que consiguió que nuestros frenos echaran humo, con el sillin al pecho y sorteando piedras en estrechos senderos, pero que a todos nos resultaron muy divertidos.
Según fuimos bajando, los caminos se fueron civilizando hasta llegar a una pista descendente, que tras varios kilómetros nos llevo hasta el embalse de Lozoya, el cual bordeamos por uno de sus margenes, recorriendo estrechos y divertidos senderos entre los arboles, y sorteando algunos pequeños tramos arenosos de este entorno “playero” en el cual a pocos metros del agua, realizamos un avituallamiento, que fue mas que necesario para acometer el resto de esta exigente ruta, que a mi parecer era toda una ruta naranja, y subidita de tono.
Empezamos pues, la subida, al principio por un recorrido zigzagueante, con algun tramo trialero entre los arboles que casi cerraban el paso, y en el que los senderos casi se desdibujaban, pero lo cierto es que habíamos bajado mucho, y ahora tocaba recupaerar altura, el sol empezo a calentar con fuera en esas cotas sobre taodo en las zonas desarboladas, que afortunadamente eran pocas, pero seguimos ascendiendo, hasta llegar a la carretera, para abndonarla en la primera revuelta, donde conectamos con una nueva pista forestal e infinita, que sin descanso ni tregua nos hizo alcanzar una considerable altura, aquí cada uno cogio el ritmo que pudo, para superar esta interminable rampa de lanzamiento, que sin tener duros repechotes, nos infligio un duro castigo a todos, ya que llevábamos recorridos bastantes kilómetros, a pesar de que la pista afortunadamente discurría por un entorno muy arbolado, aquí Kike, tuvo la mala suerte, de encontrarse con el tio Calambres que le dejo la pierna un poco tocada, yo con lo que me encontre fue con una zarza a orillas del camino, en la cual enrede el manillar, lo que me hizo besar el suelo, sin mayores consecuencias ya que llevaba muy poca velocidad, aunque mi mano sintio las dentelladas de la zarza, cual si hubiera metido la mano en una pecera llena de pirañas,
Pero conseguimos terminar, este bellísima y exigente ruta, en el que uno se alegra de ser biker de MTB, desde luego hay rutas mas cercanas, con todo tipo de senderos, y vericuetos de lo mas divertidos, pero, siempre les faltara ese bello e incomparable marco que es la Alta Montaña, y en esta es indudable que el marco, era de lujo….