Piedra: Materia mineral dura y de estructura compacta que constituye las rocas.
¿Y quién sabe por qué a algunos les gustan tanto estás cosas? Hemos decidido tratar de ayudar a resolver esta cuestión.
El domingo 29 de Noviembre todos los amantes de las piedras en este club podrán darse un buen festín, gracias a la ruta verde que vamos a organizar. Ruta que irá bien servida de este elemento y el festín nos lo daremos sorteándolas una vez tras otra en un duro recorrido, del que espero que salgamos enteros y con una sonrisa de oreja a oreja.
Así queremos completar el finde en Navalafuente, para el que no haya disfrutado el sábado de la zona o para el que quiera repetir con este track más técnico.
Nada más empezar, encaramos una larga subida, no exenta de dificultad, dada la cantidad de piedra suelta que dificultará el ascenso. Primera toma de contacto con nuestras "amigas". Poco a poco la subida se irá suavizando
y llegaremos a la antigua prisión que se encuentra a las afueras de Bustarviejo, donde tomaremos rumbo Este para afrontar la parte más difícil del recorrido.
Y no es otra que el siguiente contacto con nuestras queridas piedras. Esta vez en forma de trialeras. Una primera con ciertas complicaciones, y unas cuantas losas.
y luego otra que sólo los más hábiles podrán pasar (mucha precaución en el kilómetro 11). El inicio da miedo...
y el final también se las trae.
Después de este punto de adrenalina extra, viene algún sendero bastante más amigable,
para después afrontar alguna subida técnica y terminar el tramo más pedrolero con trialeras más fáciles.
Probablemente nos lleve un buen rato hacer todo esto, y pensaremos que no vamos a llegar nunca. Pero, una vez divisemos el Pico de la Miel,
los kilómetros irán pasando más deprisa, pasando por La Cabrera y sus senderos, que también tienen pedrolos,
y bajando vertiginosamente por el camino de Redueña, pudiendo incluso aprovechar para disfrutar de las vistas. No hay tramo aburrido y, los que son más tranquilos, resultan muy bonitos.
Según vayamos llegando de vuelta hacia Navalafuente, sorteando subidas de poca pendiente pero algo cansados ya, podremos disfrutar de algún que otro sendero sorprendente.
Si todo ha ido bien y las dichosas piedras no han hecho estragos, llegaremos al final con la sensación de haber hecho un rutón.