Venturada, 5 e de Octubre de 2.014
Sierra Norte 45 Km. "dicen; que para muestra vale un boton”Lo cierto es que sentí, no poca envidia, cuando vi partir a la amplia grupeta de la marcha larga, ya que ambas marchas partian del mismo punto, por cierto que partieron bastante mas tarde de la hora prevista, algo poco rentable para un marcha tan larga.(80 kM)
Me hubiera gustado acompañarles, pero las exigentes referencias que tenia de la ruta completa, mis dudas mecnicas con “tatanka” que no sabia como me iba a responder, y la puñetera hemorroide que no termina de desparecer, decidi no arriesgarme en tan larga aventura.
Por otra parte, la grupeta de la marcha de 45 Km que termino siendo legion, tenia un cartel de lujo, asi que no me quedo ninguna duda, de que en la ruta corta, por lo menos el cachondeo y las risas estaban aseguradas, eso ya era mucho ganado, y pronto se me paso el disgustillo.
Y es que el dia resulto inmejorable, uno de esos dias que estarias rodando de sol a sol, con una temperatura suavisima, que en las horas centrales no llego a superar los 28º con una asusencia total de viento, y con un terreno en perfectas condiciones, asi que contabamos con todos los triunfos en la manga, para que resultase la marcha perfecta.
Siempre, o casi siempre es agradable iniciar una marcha en bajada, aunque a primeras horas hacia frasquete, y todos hubieramos preferido una buena cuesta para entrar en calor.
Pronto llegamos a
Venturada por una rapida bajada con bastante gravilla, en la que Agus tuvo un desliz y pillo la primera parcelita de la mañana, que solo quedo en chapa y pintura, tambien hubo un par de caidas tontas que no tuvieron ninguna consecuencia.
Y es que en los primeros kilómetros parecia que todo se iba a torcer, a Lucho le salio al encuentro un fiero mastin de los pirineos, bueno lo cierto es que era un chiguagua y ademas era un cachorro, pero Lucho se enfrento a el valientemente a manos desnudas y a grito pelao, dándole al perro un susto de muerte, el cual salio ahuyando, con el rabo entre las piernas como alma que lleva el diablo, al tiempo que el dueño garrote en mano, le reclamaba a Lucho daños y perjuicios, y que le pagase ipso facto la minuta del psicologo perruno, para que le quitase al pobre chucho, el trauma que de por vida, que lucho le habia provocado.
La cosa no llego a mayores, y el recorrido continuo por caminos sinuosos, con constantes subidas y bajadas, que gracias a un terreno totalmente seco, aunque con algunos inesperados bancos de arena, nos permitieron rodar con muy buen ritmo, formando casi siempre un grupo muy compacto, en parte gracias al buen hacer de la cabeza, que realizo, frecuentes reagrupamientos, que evito que nadie se despistase en una de las múltiples sendas que recorren este entorno.
Asi que juntos, pero no revueltos, pues había que guardar cierta distancia entre bikers, sobre todo al afrontar algunos tramos trialeros y no pocas bajadas técnicas, en las que habia que controlar muy bien la bici, entre el infinito maremagnum de piedras de este asombroso roquedal que compone el colosal conjunto de la Sierra de la Cabrera.
La mayor parte de este divertidísimo recorrido, se realizo, rodando casi siempre por el entorno de las montaraces laderas de la
Sierra de la Cabrera, por terrenos solitarios en lo que es imposibles cualquier tipo de explotación agrícola, salvo la del uso y disfrute de la mas pura naturaleza, que en estos inicios otoñales empezaba a vestirse con sus mas coloridas galas, al tiempo que la fragancia de la Jara, lo inundaba todo.
Me estaba divirtiendo y disfrutando tanto de la ruta, y del fabuloso entorno, que llegue a pensar, si esta parte de la marcha corta, no seria el cogollito, la guinda o la cobertura de nata y chocolate de toda la gigantesca tarta de la
Sierra Norte al Completo. Pues si esta marcha era el “botón de muestra” de la marcha, no quedaba lugar a dudas, de la grasn calidad y exigencia de la marcha completa.
Pero la belleza y el disfrute del recorrido, también encerraba, exigentes tramos rompepiernas, con cortas subidas y bajadas, tramos con serias trialeras, con constantes escalones, y caminos desdibujados a veces por el enorme canchal, de grandes moles rocosas, en los que había que emplear toda la pericia, y a algún par de cortas bajadas infartantes, que a mi me parecían como un salto al vacio ¡¡ GLUUP..¡¡
Asi que cuando afrontamos, la zigzagueante subida a la urbanización de los Cotos de Monterrey, donde teníamos aparcados los coches, a ninguno nos quedaba ninguna duda de la calidad de la ruta que habiamos disfrutado, en una fantastica mañana de autentico y puro MTB, y en la que como habia previsto de antemano, echamos no pocas risas, pues el ambientazo que se genero fue en todo momento fabuloso, hasta el punto que me dio pena que se terminase la marcha, (13,30 PM.) y no solo por abandonar el singular entorno de esta milenaria Sierra de la Cabrera, sino por tener que despedirme de tan inmejorables y simpáticos compañeros de ruta.