Re: Rivera del Guadarrama 31/01/16 LA CRONICA
“Una excusa perfecta….”No era esta, una de esas largas y espectaculares rutas a las que nos tiene acostumbrados el Raulito, aunque tuvo tramos muy bonitos y divertidos, pero era la excusa perfecta para pasar un formidable dia de mountain bike con la numerosa escuadra Madroña que nos dimos cita en Cuatro Vientos, un acertado punto de encuentro, al que se podía llegar en transporte público, metro, cercanías, o como hicimos muchos dando pedales desde casa.
En cambio el día, a pesar de las suaves temperaturas, no empezó bien sobre todo para Antonio Obregón, que ya en el punto de encuentro, se dio cuenta de que se había olvidado el sillín de la bici en la calle, cuando montaba la bici en el coche, por lo que Julian y Antonio se volvieron a casa a ver si por suerte, lo encontraban, por ello se retrasó la hora prevista de inicio de la marcha, mas tarde se acordó que un grupo les esperaría, y ya nos encontraríamos todos en mitad de la ruta.
Se inició la ruta con buen ánimo, pues el dia prometía ser primaveral, me alegre mucho de ver como mi buen amigo, de la vieja guardia pretoriana del Sanferbike, se nos unia a esta ruta por las Riveras del Jarama, lo cual tiene mucho mérito después de grave lesión sufrida, montando en bici, y la que le ha tenido alejado de la bici, durante casi un año. Asi que me dedique a rodar casi todo el tiempo con él, con un sincero sentimiento de admiración y amistad.
La ruta resulto entretenida, y me llamo la atención el rápido contacto que tuvimos con el campo, apenas unos metros, del entorno urbanita en el que habíamos quedado.
Tras recorrer unas cuantas urbanizaciones, y algunos tramos de sencillos caminos y senderos, llegamos a una de las zonas más bonitas de toda la ruta, donde hicimos una larga parada de avituallamiento, donde esperamos al resto de la grupeta, en la que desgraciadamente no estaba Antonio Obregón, pues del sillín y la tija olvidadas en la calle nunca más se supo.
Ya todos juntos nos hicimos unas divertidas fotos del simpático grupo, y posteriormente realizamos un rapidísimo recorrido, por un soberbio bosque de ribera con milenarias encinas, que resultó muy divertido y sinuoso, aunque es una zona muy atractiva y por ello transitada en domingo por familias y senderistas, y había que extremar la precaución.
El vertiginoso ritmo y un constante aunque moderado perfil rompepiernas, hicieron mella en mi buen amigo Gerardo, y su baja forma física tras el obligado retiro de las dos ruedas, y los últimos 5 kilometros , casi le resultaron dramáticos, lo que me entristeció muchísimo pues Gerardo Limia antes de su maldita lesión, estaba hecho un roble y más fuerte que el vinagre, asi que le fui dando ánimos y rodando a su lado intentando que el suplicio le fuese más leve, ni que decir tiene que el que mas merito tuvo fue el infatigable cierre Twenty que tuvo con nosotros infinita paciencia, más que el santo Job, igual que el, todo un caballero y guía del pastoreo a caballo, Raulito, que en más de una ocasión regreso a interesarse por sus ovejas descarriadas.
Por fin llegamos al punto de encuentro, y acabo el sufrimiento para Gerardo, que pienso que tiene un mérito y fuerza de voluntad increíble para su vuelta al ruedo, y creo que mas de uno en su lugar no hubiéramos superado ese traumático trance.
Pero para bonito y genial detalle el que tuvo guiver, que se trajo la nevera portátil con un cargamento de birras fresquitas que terminada la ruta, nos supieron a gloria bendita, y nos hizo disfrutar de unos buenos momentos de risas y animada charleta, estaba claro que hy la ruta era casi lo de menos, y si una excusa perfecta para reunirnos un fantástico y admirable grupo de amigos afines, y locos por el mountain bike.