Tres Cantos 29 de Noviembre de 2.015
KAS de NARANJA….ó KAS de VERDE limón….
Menospreciar una cercana ruta verde del club, a no ser que se tengan motivos imperiosos para no acudir, es todo un sacrilegio, y más en un dia como hoy, de esta extraña estación que mas que otoño, es como si fuese Veroño, que una vez mas nos ha regalado un espectacular y radiante dia otoñal, con total ausencia de viento y nubes.
Acudo en cercanías a Tres Cantos, donde la guardia civil toma al asalto el convoy, una docena de guardias civiles recorren a la carrera el tren y los andenes de la estación, ante la perplejidad de los viajeros, al salir de la estación hay 4 coches de la bemerita apostados en las puertas, lo que asusta todavía mas, para quitarme el susto del cuerpo, como todavía es pronto me voy a tomar café, pues a primeras horas, hace un frio que pela, como asi atestigua la helada caída durante la noche en los coches.
Al llegar al punto de encuentro, me asombra la numerosa grupeta que allí se va congregando, para rodar esta ruta verde, que sobrepasa la veintena de bikers.
Tras iniciar la ruta pronto acometemos una rápida bajada, que nos deja tiesos de frio, pero intuimos que pronto cambiaran las tornas a medida que vaya subiendo el Lorenzo.
Rodamos muy pegados a la valla del Pardo en dirección al puente de la Marmota, por anchos caminos, muy rotos por las escorrentías, lo que motiva a afinar en la trazada.
Tras superar “la cuesta de la muerte” pegada a la valla, continuamos nuestro recorrido por un empedrado camino hasta una bifurcación, en la que cogemos una pista a la izquierda, tras unos 600 metros abandonamos la comoda pista, para descender rápidamente a “los infiernos del puente de la marmota” por un sendero muy técnico y complicado en el que hay que emplearse a fondo, a pesar de que el constante trasiego de bikers y senderisitas han dejado la trazada bastante definida, lo que a pesar de todo, hay que reconocerle bastante ciclabilidad.
En el famoso Puente de la marmota, apenas paramos para hacernos un par de fotos, si la bajada es trialera, ahora toca trialera pero de subida, en las que hay que echarle un buen par de piernas y una buena dosis de equilibrio en algunos tramos, a pesar de ello es totalmente ciclable, para gente que domine la técnica y que este mas fuerte que el vinagre.
Con las patas ya bien calentitas, enfilamos una constante subida por amplia pista forestal, conocida como los toboganes, que hace estirarse el pelotón mas que el sueldo de un mileurista a fin de mes, acabada la infernal pista nos reagrupamos, y aprovechamos la corta parada para comer algo, pues ya nuestras piernas van notando lo que vale un peine, y la exigencia de esta ruta verde con sabor mas a KAS Naranja, mas que a Kas de Verde limón.
Tras el avituallamiento, cogemos un camino, que a mi me parece privado, y el cual no conocía, se trata de un camino que poco a poco se va convirtiendo en un divertido sendero, que nuevamente nos exige echarle piernas al asunto.
Tras cruzar la carretera, proseguimos por pistas y caminos, disfrutando de unas soberbias vistas de la sierra del Guadarrama, la cual no presenta la deseada imagen de la nieve, pues si la hubo, ha desaparecido por completo. Por rapidas y divertidas pistas, casi siempre en descenso, llegamos al puente de la venta, tras atravesarlo, sin tregua ni cuartel, nos metemos de lleno en el camino de Santiago, dirección a Colmenar Viejo, que una vez mas requiere de toda nuestra pericia y fuerza física para afrontar un nuevo reto, divertido y trialero, por el que llegamos a Colmenar, tras atravesarlo de oeste a este, llegamos a la ermita que esta a la salida del pueblo camino del cementerio, en este punto nos encontramos con casi un millar de senderistas, y gentes de todas las edades, que están participando en esta multudinaria marcha popular, afortunadamente la pista empedrada, es ancha aun asi extremamos la precaución al cruzarnos con ellos, una vez que sobrepasamos esta especie de festivalera romería, reactivamos la marcha, para rodar por unos divertidos caminos que nos van a hacer vadear el arroyo una y otra vez, que aunque llevan agua es poca cantidad.
La larga bajada nos ha permitido recuperarnos, en parte, pero tras la exigente ruta, a algunos se nos antoja un “muro” los últimos 3 kilómetros que nos separan de Tres Cantos, en esta subida, de repente noto una tarascada en la pierna izquierda, propinada por mastín asesino del Tio Calambres, lo que hace tomarme la subida con filosofía, y al tran tran, mientras pienso que me he quedado corto con la única barrita que he tomado en toda la ruta, pero ya solo queda rematar la faena, dando el do de pecho, llegamos al parking de Tres Cantos donde se da por finalizada esta seria ruta, que a pesar de su corto kilometraje, requiere tener un cierto nivel y un buen fondo físico.
Carlos, tiene la buena idea de sacar una manguera del coche y la enchufa en una cercana fuente, yo crei que iba a regar los parterres de geranios del parque, pero lo cierto es que la manguerita nos viene de perlas, para dejar las bicis limpias y relucientes, tanto que parecen que solo nos hemos dao un paseo por el carril bici. En lugar de una recia y exigente ruta, de mucha fuerza y técnica, pero también espectacular e increíblemente bella que una vez mas ha hecho las delicias de los participantes en esta ruta de color verde-anaranjado.